lunes, 29 de abril de 2024

El almohadón de plumas- cuento de Horacio Quiroga

El almohadón de plumas de Horacio Quiroga
Su luna de miel fue un largo escalofrío. Rubia, angelical y tímida, el carácter duro de su marido heló sus soñadas niñerías de novia. Ella lo quería mucho, sin embargo, a veces con un ligero estremecimiento cuando volviendo de noche juntos por la calle, echaba una furtiva mirada a la alta estatura de Jordán, mudo desde hacía una hora. Él, por su parte, la amaba profundamente, sin darlo a conocer.

Durante tres meses -se habían casado en abril- vivieron una dicha especial.

Sin duda hubiera ella deseado menos severidad en ese rígido cielo de amor, más expansiva e incauta ternura; pero el impasible semblante de su marido la contenía siempre.

La casa en que vivían influía un poco en sus estremecimientos. La blancura del patio silencioso -frisos, columnas y estatuas de mármol- producía una otoñal impresión de palacio encantado. Dentro, el brillo glacial del estuco, sin el más leve rasguño en las altas paredes, afirmaba aquella sensación de desapacible frío. Al cruzar de una pieza a otra, los pasos hallaban eco en toda la casa, como si un largo abandono hubiera sensibilizado su resonancia.

En ese extraño nido de amor, Alicia pasó todo el otoño. No obstante, había concluido por echar un velo sobre sus antiguos sueños, y aún vivía dormida en la casa hostil, sin querer pensar en nada hasta que llegaba su marido.

No es raro que adelgazara. Tuvo un ligero ataque de influenza que se arrastró insidiosamente días y días; Alicia no se reponía nunca. Al fin una tarde pudo salir al jardín apoyada en el brazo de él. Miraba indiferente a uno y otro lado. De pronto Jordán, con honda ternura, le pasó la mano por la cabeza, y Alicia rompió en seguida en sollozos, echándole los brazos al cuello. Lloró largamente todo su espanto callado, redoblando el llanto a la menor tentativa de caricia. Luego los sollozos fueron retardándose, y aún quedó largo rato escondida en su cuello, sin moverse ni decir una palabra.

Fue ese el último día que Alicia estuvo levantada. Al día siguiente amaneció desvanecida. El médico de Jordán la examinó con suma atención, ordenándole calma y descanso absolutos.

-No sé -le dijo a Jordán en la puerta de calle, con la voz todavía baja-. Tiene una gran debilidad que no me explico, y sin vómitos, nada… Si mañana se despierta como hoy, llámeme enseguida.

Al otro día Alicia seguía peor. Hubo consulta. Constatóse una anemia de marcha agudísima, completamente inexplicable. Alicia no tuvo más desmayos, pero se iba visiblemente a la muerte. Todo el día el dormitorio estaba con las luces prendidas y en pleno silencio. Pasábanse horas sin oír el menor ruido. Alicia dormitaba. Jordán vivía casi en la sala, también con toda la luz encendida. Paseábase sin cesar de un extremo a otro, con incansable obstinación. La alfombra ahogaba sus pasos. A ratos entraba en el dormitorio y proseguía su mudo vaivén a lo largo de la cama, mirando a su mujer cada vez que caminaba en su dirección.

Pronto Alicia comenzó a tener alucinaciones, confusas y flotantes al principio, y que descendieron luego a ras del suelo. La joven, con los ojos desmesuradamente abiertos, no hacía sino mirar la alfombra a uno y otro lado del respaldo de la cama. Una noche se quedó de repente mirando fijamente. Al rato abrió la boca para gritar, y sus narices y labios se perlaron de sudor.

-¡Jordán! ¡Jordán! -clamó, rígida de espanto, sin dejar de mirar la alfombra.

Jordán corrió al dormitorio, y al verlo aparecer Alicia dio un alarido de horror.

-¡Soy yo, Alicia, soy yo!

Alicia lo miró con extravió, miró la alfombra, volvió a mirarlo, y después de largo rato de estupefacta confrontación, se serenó. Sonrió y tomó entre las suyas la mano de su marido, acariciándola temblando.

Entre sus alucinaciones más porfiadas, hubo un antropoide, apoyado en la alfombra sobre los dedos, que tenía fijos en ella los ojos.

Los médicos volvieron inútilmente. Había allí delante de ellos una vida que se acababa, desangrándose día a día, hora a hora, sin saber absolutamente cómo. En la última consulta Alicia yacía en estupor mientras ellos la pulsaban, pasándose de uno a otro la muñeca inerte. La observaron largo rato en silencio y siguieron al comedor.

-Pst… -se encogió de hombros desalentado su médico-. Es un caso serio… poco hay que hacer…

-¡Sólo eso me faltaba! -resopló Jordán. Y tamborileó bruscamente sobre la mesa.

Alicia fue extinguiéndose en su delirio de anemia, agravado de tarde, pero que remitía siempre en las primeras horas. Durante el día no avanzaba su enfermedad, pero cada mañana amanecía lívida, en síncope casi. Parecía que únicamente de noche se le fuera la vida en nuevas alas de sangre. Tenía siempre al despertar la sensación de estar desplomada en la cama con un millón de kilos encima. Desde el tercer día este hundimiento no la abandonó más. Apenas podía mover la cabeza. No quiso que le tocaran la cama, ni aún que le arreglaran el almohadón. Sus terrores crepusculares avanzaron en forma de monstruos que se arrastraban hasta la cama y trepaban dificultosamente por la colcha.

Perdió luego el conocimiento. Los dos días finales deliró sin cesar a media voz. Las luces continuaban fúnebremente encendidas en el dormitorio y la sala. En el silencio agónico de la casa, no se oía más que el delirio monótono que salía de la cama, y el rumor ahogado de los eternos pasos de Jordán.

Alicia murió, por fin. La sirvienta, que entró después a deshacer la cama, sola ya, miró un rato extrañada el almohadón.

-¡Señor! -llamó a Jordán en voz baja-. En el almohadón hay manchas que parecen de sangre.

Jordán se acercó rápidamente Y se dobló a su vez. Efectivamente, sobre la funda, a ambos lados del hueco que había dejado la cabeza de Alicia, se veían manchitas oscuras.

-Parecen picaduras -murmuró la sirvienta después de un rato de inmóvil observación.

-Levántelo a la luz -le dijo Jordán.

La sirvienta lo levantó, pero enseguida lo dejó caer, y se quedó mirando a aquél, lívida y temblando. Sin saber por qué, Jordán sintió que los cabellos se le erizaban.

-¿Qué hay? -murmuró con la voz ronca.

-Pesa mucho  -articuló la sirvienta, sin dejar de temblar.

Jordán lo levantó; pesaba extraordinariamente. Salieron con él, y sobre la mesa del comedor Jordán cortó funda y envoltura de un tajo. Las plumas superiores volaron, y la sirvienta dio un grito de horror con toda la boca abierta, llevándose las manos crispadas a los bandós. Sobre el fondo, entre las plumas, moviendo lentamente las patas velludas, había un animal monstruoso, una bola viviente y viscosa. Estaba tan hinchado que apenas se le pronunciaba la boca.

Noche a noche, desde que Alicia había caído en cama, había aplicado sigilosamente su boca -su trompa, mejor dicho- a las sienes de aquélla, chupándole la sangre. La picadura era casi imperceptible. La remoción diaria del almohadón había impedido sin duda su desarrollo, pero desde que la joven no pudo moverse, la succión fue vertiginosa. En cinco días, en cinco noches, había vaciado a Alicia.

Estos parásitos de las aves, diminutos en el medio habitual, llegan a adquirir en ciertas condiciones proporciones enormes. La sangre humana parece serles particularmente favorable, y no es raro hallarlos en los almohadones de pluma.

 



jueves, 25 de abril de 2024

Resumen de la Constitución Nacional Argentina

La Constitución argentina es una ley escrita. 

La Constitución argentina nos organiza políticamente como país. 

La organización política del país tiene que ver con: 
 los derechos de los ciudadanos, el reparto del poder político. 

Todos los ciudadanos tenemos derechos.
 El poder político en nuestro país está repartido en tres:
 Poder Ejecutivo: presidente, 
 Poder Legislativo: diputados y senadores,
 Poder Judicial: jueces.
 
La Constitución argentina hace de nuestro país un Estado.
 Un Estado es un país organizado políticamente.

 La Constitución argentina se creó en el año 1853 y se modificó varias veces.
La Constitución argentina se modificó por última vez en el año 1994.


miércoles, 24 de abril de 2024

Revolución Francesa




Zamba viaja en el tiempo a Francia en el año 1789, en plena Revolución Francesa. Maximili Robespierre, le explica las causas que llevaron al pueblo Francés hacia la revolución. Campesinos, obreros y filósofos por un lado, y María Antonieta, el Rey Luis XVI y otros personajes de la clase

Imágenes de la esclavitud









El Canto del tambor. "Bajo pueblo"

Nos situamos en el año 1810. Año de la Revolución de Mayo. Las comunidades originarias, los afrodescendientes, los mestizos y los pobres formaban lo que se denominaba el "bajo pueblo". Una introducción a la historia de estos sectores populares -la mayoría de la población de esa época- para saber que nuestro pasado no fue solo producto de la acción de un pequeño grupo, sino de una experiencia colectiva.

lunes, 22 de abril de 2024

Día Internacional del libro


El Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor se celebra cada 23 de abril en conmemoración a la muerte de Miguel de Cervantes, William Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega en el año 1616. 

Esta fecha, implementada por la UNESCO, es una ocasión para reafirmar el compromiso con la promoción del disfrute de los libros y de la lectura y celebrar en todo el mundo el poder mágico de los libros; un nexo entre el pasado y el futuro, un puente entre generaciones y culturas.


martes, 9 de abril de 2024

Todos contra el DENGUE

 



SÍNTOMAS

  • Fiebre (38° o más) acompañada de uno o más de los siguientes
    síntomas:
  • Dolor de cabeza, detrás de los ojos, muscular y/o de articulaciones
  • Náuseas y/o vómitos
  • Cansancio intenso
  • Aparición de manchas en la piel
  • Picazón
  • Sangrado de nariz y/o encías
  • Ante la presencia de fiebre y cualquiera de estos síntomas
    se debe acudir de manera inmediata al centro de salud más cercano para recibir el tratamiento adecuado.

IMPORTANTE: Ante estos síntomas, no te automediques. No tomes aspirina, ibuprofeno, ni te apliques medicamentos inyectables. Acercate a un centro de salud para que te indiquen el tratamiento adecuado y utilizá repelentes para evitar ser picado nuevamente por los mosquitos.

PREVENCIÓN

La medida más importante de prevención es la eliminación de todos los criaderos de mosquitos, es decir, de todos los recipientes u objetos que puedan acumular agua. Por ello, es fundamental:

  • Eliminar todos los recipientes en desuso que puedan acumular agua (como latas, botellas, neumáticos).
  • Si los recipientes no pueden eliminarse porque se usan de modo frecuente, debe evitarse el acceso del mosquito a su interior. Para ello se recomienda: tapar tanques, aljibes y/o cisternas; dar vuelta baldes, palanganas, tambores, etc.; vaciar y cepillar frecuentemente objetos que puedan acumular agua y poner al resguardo bajo techo recipientes (por ejemplo, botellas retornables).
  • Cambiar el agua de bebederos de animales, colectores de desagües
    de aire acondicionado o lluvia, dentro y fuera de la casa, cada 3 días. Recordar frotar las paredes de los recipientes con una esponja o cepillo a fin de desprender los huevos del mosquito que puedan estar adheridos.
  • Rellenar los floreros y portamacetas con arena húmeda.
  • Mantener los patios y jardines limpios, ordenados y desmalezados.
  • Limpiar canaletas y desagües de lluvia de los techos.
  • Verter agua hirviendo en las rejillas y colocar tela mosquitera.

¿Cómo evitar las picaduras del mosquito?

Además de las acciones de prevención, también es importante prevenir las picaduras del mosquito. Para ello:

  • Usar siempre repelentes, siguiendo cuidadosamente las recomendaciones del envase.
  • Utilizar ropa clara que cubra los brazos y las piernas, especialmente durante las actividades al aire libre.
  • Colocar mosquiteros en puertas y ventanas, y cuando sea posible usar ventiladores o aire acondicionado en las habitaciones.
  • Proteger cunas y cochecitos de bebés con telas mosquiteras.
  • Utilizar repelentes ambientales como tabletas (interior) y espirales (exterior).

IMPORTANTE: Las personas embarazadas deben extremar los cuidados para protegerse de las picaduras

¿Cómo se transmite?

El dengue es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti, conocido como el mosquito “hogareño” por sus hábitos domiciliarios. Es de color oscuro con franjas y manchas blancas y se cría en recipientes con agua. La picadura de este mosquito, además de dengue, puede transmitir otras arbovirosis como Zika y chikungunya.

Cuando el mosquito se alimenta con sangre de una persona enferma de dengue, y luego pica a otras personas, puede transmitir esta enfermedad. El contagio se produce principalmente por la picadura de los mosquitos infectados, nunca de forma directa de una persona a otra, ni a través de objetos o de la leche materna.

martes, 2 de abril de 2024

Acto Día del Veterano y de los Caídos en la guerra de Malvinas

Día del Veterano y 

de los Caídos en la guerra de Malvinas

Las chicas y chicos de sexto, leyeron la novela

"Las Sonrisas perdidas" de Mario Mendez

Una historia de amor y dolor, que narra la experiencia de un soldado argentino en la guerra de 1982. 

A la casa que comparten Leo, su mamá y su hermana en Mar del Plata, llega “Lalo” Gutiérrez, un muchacho patagónico que tiene que cumplir con el servicio militar obligatorio. 

Trae saludos de unos parientes y una recomendación, por lo que la familia lo invita a quedarse con ellos durante los días de franco.

Ninguno puede imaginar lo que vendrá: pocos meses después, la Argentina entrará en guerra contra Gran Bretaña y el querido Lalo será uno de los soldados trasladados al frente. 

La recuperación de las islas, que se inició como una gesta patriótica, se convertirá en uno de los momentos más tristes de nuestra historia.

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MATERIAL PARA TRABAJAR EN EL AULA

lunes, 1 de abril de 2024

2 de Abril, día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas

Se trabajo con los alumnos de 4°B en biblioteca, 
con el libro 
"Postales desde Malvinas"
 de Federico Lorenz. reforzando la lectura con 5 videos en YouTube